lunes, 21 de enero de 2008

LA ISLA DEL PERFUME

Aquella tarde volví a la playa, la misma de años anteriores. Idéntico olor a alga e inevitable paso a paso entre las redondeadas piedras. Pero había algo sustancialmente diferente esta vez, algo que me atraía hacia el mar y me hacía acariciar cada última gota de las olas, como si fuera algo mío; un sentimiento, una ilusión, un aroma que me pertenecía. Sé que estabas al otro lado del mediterráneo, rodeada de agua sin ser isla, embaucada de aroma sin ser flor. Por eso estabas presente en ese momento, porque jamás me había sentido tan cerca de tu mano excepto en aquel sueño tuyo en que notabas mi calor, te acuerdas? Hoy te devuelvo ese abrazo, ya que de alguna manera me siento en deuda contigo, aunque no te precupes mi niña, porque ese día que anhelamos llegará pronto, y entonces podrás sentir ese perfume que un día me enviaste. No tendrás que destapar el frasco de la esencia, sólo tendrás que acercarte a mí para fundirnos en el abrazo más deseado por mi. Espero hablar contigo muy prontito.

César, 20 de agosto de 2007

No hay comentarios: